ANÉCDOTAS Y
TESTIMONIOS
RECOGIDAS Y REDACTADAS POR Fr. Eusebio Gómez
Navarro, OCD
1. El tiro más largo
Tom Dempsey nació con un muñón
por brazo derecho y sin medio pie derecho, pero desde niño quería jugar al
fútbol americano. Por años practicó con gran paciencia y tenacidad. Fue
contratado por el equipo de los Santos de Nueva Orleáns, y un día, ante
66.000 fanáticos, Tom, con su pierna tullida, batió el récord con un tiro
libre de 60 metros. Éste fue el tiro más largo jamás efectuado hasta
entonces por otro jugador.
2. No hay tiempo
para ir a misa
Cuando Kennedy visitó
Colombia, se dio cuenta de que en el programa no estaba la Misa, y llamando
al Presidente Lleras Camargo, le dijo:
–– “Doctor, veo
que aquí falta una cosa: la Santa Misa”.
–– “Ah, excelencia
–repuso Lleras–, hay tantos compromisos que no se le encontró tiempo para
ella”.
–– “No, no, de ninguna
manera –respondió Kennedy–. Que se quiten otros compromisos y se ponga la
misa, porque yo soy católico y estamos en Domingo, y, por tanto, es mi deber
asistir a dicho acto religioso”.
Pilar Urbano,
entrevistó a Severo Ochoa y le hizo varias preguntas: ¿Qué es la vida?,
¿cuál es su origen?, ¿qué es la muerte?, ¿qué hay después?, ¿sabe usted
dónde está el amor de su esposa?, ¿me podría explicar sobre una pizarra
por qué, al atardecer, se pone usted tan triste? Y Severo Ochoa escuchaba,
pensaba, no respondía, o sólo decía: no lo sé.
Refiere la
entrevistadora: “Al fin, se puso en pie, altísimo como era. Dio una vuelta
por la sala. Volvió. Me miró desde arriba, en contrapicado. Y soltó una
tremenda confesión: No tengo ni una sola respuesta para nada de lo que de
verdad me interesa. Puedes escribir bien grande
que te he dicho que soy un extraño sabio…un sabio que no sabe nada”.
Cuando los jóvenes
veían más alegre y charlador a san Juan Bosco, decían:
–– “Hoy debe haber
tenido un problema inmenso, porque está más sonriente que de costumbre”.
Y así sucedía en
verdad. Un día su sacerdote le dijo:
–– “Comentan sus amigos que nunca lo habían visto tan
alegre y comunicativo como hoy”.
Y él le respondió:
–– “Y, sin embargo, hoy he tenido la pena más grande de
toda mi vida y he tenido que solucionar un problema como nunca me lo había
imaginado que me iba a llegar”.
Un grupo de estudiantes le pidió al novelista Sinclair
Lewis que les diera una conferencia y les dijera qué tenían que hacer para
ser escritores.
“Si queréis ser escritores,
id a casa y escribid”, les dijo. Esta fue toda su conferencia.
El ciclista Greg
Lemond, con problemas en el riñón, hígado e
intestinos y, más tarde, con apendicitis y tendinitis, estuvo al punto del
retiro. Pero él venció el desánimo y derrotismo, siguió entrenándose con
grandes sacrificios y perseverancia, y, en 1989, quedó campeón del Tour de
Francia y campeón del mundo.
Un día, Thomas Jefferson, presidente de los Estados
Unidos, iba recorriendo el país a caballo con un grupo de compañeros. Al
llegar a un río que se había salido de su cauce, a causa de las grandes
lluvias, un extraño se puso a contemplarlo y preguntó al presidente si
podría cruzar con él.
Cuando se bajó, uno de los viajeros le preguntó: Dígame,
¿por qué eligió al presidente para pedirle este favor? El hombre, impactado,
respondió: “Porque en su rostro vi escrito un sí”.
Carnegie le
fascinaba ayudar a otros y facilitarles el camino del éxito. Él supo
rodearse de excelentes colaboradores. En cierta ocasión, le preguntaron qué
epitafio querría llevar sobre su tumba, y dijo que le gustaría éste: “Aquí
yace un hombre que supo rodearse de otros hombres más capaces que él”.
La gente decía que Napoleón ganaba las batallas porque
tenía un “Geniecillo” que le acompañaba. Napoleón respondía: “No se trata de
ningún duendecillo que me trae ideas luminosas en el momento preciso. Se
trata de que yo no haga nada sin plantearlo todo cuidadosamente.
Porque en las batallas de la guerra, como en todas las demás de la vida,
nada sale bien si no se plantea cuidadosamente, y si no se lucha duro y sin
cansarse hasta conseguir el éxito deseado”.
Para animar a su hijo a estudiar, los padres le
preguntaron:
–– “¿Por qué, a pesar de que Pablo es más pequeño que tú,
saca mejores notas en la escuela?”.
–– “Porque los padres de
Pablo son más inteligentes” –dijo el hijo.
Víctor Alfieri, poeta italiano, consiguió una gran
popularidad. Alguien le preguntó un día cómo había conseguido, en tan poco
tiempo, tantos éxitos. El escritor le respondió: “Deseando, deseando,
deseando firmísimamente conseguirlo”.
|